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jueves, 1 de noviembre de 2012

El clan de los Pozzi en el Museo Público de Buenos Aires y en el Museo de Ciencias Naturales de La Plata

2012.  Hugo P. Castello, MACN en comisión en la Fundación de Historia Natural "Félix de Azara".

Burmeister siempre tuvo necesidad de encontrar personal entrenado en el armado de esqueletos de mamíferos fósiles y en taxidermia de pequeños mamíferos y de aves. El cargo burocrático era el de “preparador”, viéndose obligado Burmeister en varias oportunidades a asumir en forma personal dicho rol, tarea que le demandaba demasiado de su escaso tiempo.
Burmeister en 1866 gestionó ante el gobierno provincial el pago del pasaje en barco desde el puerto de Génova, Italia para traer a Antonio Pozzi de Milán, quien viajó con toda su familia, lo que constituyó el segundo intento  al respecto. Con anterioridad en agosto de 1864 había traído directamente de Berlín al Sr. Federico Schulz para ocupar el puesto (1) y habría resultado un fracaso, por lo que al poco tiempo Burmeister se quejaba del comportamiento inadecuado del mismo (2) y recién lograba despedirlo de su puesto, ya que estaba ausente, en Noviembre de 1869 (11).
Quienes brindan un detallado relato de las carreras y avatares de los distintos miembros de la familia Pozzi en el Museo Público y en el de Cs. Naturales de la Plata, son Parodiz y Balech (1992), investigadores del MACN ***.Al relato de ambos autores agregaremos detalles de los integrantes de esta familia de acuerdo a la información existente en el Archivo Histórico del MACN e información recientemente publicada por Casinos (2012) y otros autores.

Antonio Pozzi y Santiago Pozzi en su juventud

Antonio nació en Como, provincia de Como-norte de Italia en- 1822  y falleció a los 76 años , en 1898 en la ciudad de La Plata. En Italia había aprendido el oficio de preparador taxidermista, trabajando en el museo de la Universidad de la Sapienza, en Roma y en el Museo de Historia Natural del Marqués de Turati, en Milán..
Antonio Pozzi llegó de Milán, Italia hacia inicios de Noviembre de 1866 para ocupar el cargo de “preparador” del Museo Público. Fue así el segundo preparador del Museo  y  fundador de una dinastía de naturalistas-preparadores autodidactos,  que se extiende desde 1866 hasta mediados de la década de 1940.
Cuando llegó a Buenos Aires  traía consigo a varios integrantes de su familia, entre ellos su esposa, una hija y dos hijos varones, uno de ellos, Santiago de 17 años.
En ese momento el dinero reservado en el Museo Público para el salario del preparador era de 1000 y 600 pesos respectivamente pero por gestión de Burmeister fueron incrementados a  1200 p.m.c. por mes, y el del cazador, 800 p.m.c. El primer puesto seria ocupado por Antonio y el segundo por su hijo (opus cit) afirman que Santiago comenzó casi inmediatamente su larga serie de exploraciones y recolecciones, primero por la costa atlántica de la Pcia. de Buenos Aires, poco después por nuestra Mesopotamia, hasta el Paraguay, mostrándose siempre como trabajador incansable y habilísimo. 
Estos autores mencionan que Burmeister vio enseguida las excepcionales condiciones del muchacho e incorporó a Santiago al museo como ayudante preparador y coleccionista de aves, que en la burocracia se denominaba "cazador”. Con posterioridad logró también del mismo Ministro el permiso para que Santiago Pozzi portara armas y las pudiera utilizar en la caza de aves para el museo (4).
En 1867 Santiago realizó su primer viaje de estudios junto con el geólogo alemán Dr. Maack que vino a realizar estudios geo-paleontológicos (Onaha, 2005; Sergi, 1940: 333; Petriella y Sosa-Miatello, 1976: 550) a lo largo de la costa del Atlántico, hasta Carmen de Patagones, en el sur de la Provincia de Buenos Aires, que en ese momento era el punto mas austral, poblado, de nuestro territorio, y a su vez es el límite norte de la  Patagonia. A su regreso trajo una colección de aves y mamíferos poco comunes, entre ellos cráneos de lobos marinos, que muchos años después Burmeister los habría de describir. Posteriormente Santiago realizó una expedición a Paraguay, Corrientes y Entre Ríos donde obtuvo valiosas colecciones (Anónimo, 1935).
 Sin embargo el encandilamiento de Burmeister con ambos Pozzi tendría corta duración, como veremos a continuación.

En el Archivo Histórico del MACN existe documentación que contradice la  afirmación respecto de cómo Burmeister opinaba de los Pozzi en el período 1866/68, a tal punto que en 1868, dos años después de su llegada al Museo Público, Burmeister había cambiado de opinión-algo que fue frecuente en él- y solicitaba al Ministro de Gobierno que ambos fueran dimitidos de sus puestos por distintas razones. Respecto de Antonio,  consideraba que era  “poco hábil de todo en el ramo de la industria”  alegando que “ha fundado un negocio con huesos fósiles  en su casa, intención muy dañosa a nuestro museo, privándole la ocasión de comprar tales objetos por un precio moderado y negando a mi darme algunos de ellos que son en su poder a un precio conveniente para el Museo Público”, en tanto, respecto de Santiago aludía a que solicitaba licencia por enfermedad pero que “ha hecho un viaje a las islas (Delta del Tigre?) para cazar con algunos amigos en su propio uso, y que  no salía a cazar pájaros para el museo, pero tenia en su casa pájaros cazados que faltaban en la colección del museo y que quería venderlos al museo, alegando haber sido cazados por sus amigos” (5).
Lo que no menciona Burmeister es que Antonio Pozzi le había enviado una carta personal (7/10/1868) en la que le decía que los salarios que él y su hijo percibían en el Museo no alcanzaban para vivir en una ciudad con elevado costo de vida como Buenos Aires, y en esa misiva Antonio comete la gaffe de mencionar el salario que el Director ganaba comparado con el suyo (ver: Las vicisitudes de Antonio Pozzi).
Al quejarse los Pozzi al ministro respectivo, Burmeister les respondió a ambos (6), y entre tanto en la controversia surgida,  quien salió en defensa de Burmeister el 10 de Diciembre de 1868 fue el joven Luís Fontana (7), quien habia leído en el diario Tribuna de Buenos Aires una breve noticia de reclamo de los Pozz  en relación con sus despidos. Éste ocupaba ya el puesto de “preparador” dejado forzosamente por Antonio Pozzi y en una nota de su pluma dirigida al diario Tribuna, en diciembre de 1868, dice ser empleado del museo, y agrega que “el joven Santiago leía novelas en el horario de trabajo, y el padre había permitido que en horario de visitas al museo se robaran piezas de la exposición, y que no trabajaba con dedicación  y cuidado en los fósiles y piezas que preparaba “.
En Marzo de 1869 Fontana (8) se había quedado a cargo del Museo ante la ausencia de Burmeister, lo que demuestra la confianza que tenía Burmeister en él. Sin embargo no es posible saber si Burmeister estuvo de acuerdo en que Fontana escribiera al diario, o si se lo puede interpretar como un hecho espontáneo, o debido a la simple  preocupación que ambos Pozzi retornaran al Museo y Fontana  perdiera su puesto, o nos muestra un Fontana comedido, lo que no impidió que tiempo mas tarde Burmeister también lo despidiera a él (Ver: El paso fugaz de Luís Jorge Fontana por el Museo Público).
Los comentarios de Fontana sobre los Pozzi se asemejan a aquellos que Burmeister había relatado al Ministro cuando le explicaba porque ambos Pozzi debían ser dimitidos.
Ambos Pozzi quedaron cesantes el 27 de  Octubre de 1868, y desde esa fecha hasta 1884 en que Santiago empezó a trabajar para el Museo de Cs. Naturales de la Plata, poco es la información  conocida sobre Antonio. (Ver: Las vicisitudes de Antonio Pozzi).
Retrato de Santiago Pozzi 1896 por el pintor Federico Sartori  nacido en Milán en 1865, que había realizado estudios en la Academia de Brera de su ciudad natal y en la Asociación Estimulo de las Bellas Artes de Buenos Aires. Realizó exposiciones en Nexus en 1908 y obtuvo la Medalla de Plata en la Exposición Internacional del Centenario de 1910. Realizó envíos al Salón Nacional en 1911 y 1913. Algunas de sus obras están depositadas en las colecciones del Museo Nacional de Bellas artes y en el de Bahía Blanca (Col. Flia. Pozzi).

Santiago Pozzi en el período posterior a 1868
Santiago trabajó en el Museo  Público en dos etapas, la primera duró 24 meses 1866-1868, y en una segunda etapa  desde 1903 hasta 1926, pero no en forma continuada como dan a entender  Parodiz y Balech (opus cit).
Al ser despedido por Burmeister, Santiago se dedicó a trabajar y a viajar por cuenta propia. En 1882 a los 33 años obtuvo el primer premio (medalla y diploma) por un conjunto de animales embalsamados que presentó en la Exposición Continental Sud-Americana realizada en Buenos Aires, la segunda después de la organizada en Córdoba en 1870.
Florentino Ameghino  cuando ingresó al Museo de la Plata estableció con Santiago una relación que permaneció firme a lo largo de las décadas  y en cierto momento afirmó: “El señor Santiago Pozzi, primer preparador de paleontología en el Museo de La Plata, quien en el corto espacio de tiempo que permanecí en ese establecimiento (9), me ha prestado en el estudio de los fósiles pampeanos, todo su valioso concurso”.
Los Pozzi fueron así una de las familias vinculadas con Ameghino por lazos de pertenencia étnica y que además establecieron vínculos económicos y profesionales a través de los fósiles. 

Carta del Director  Florentino Ameghino a Santiago Pozzi ofreciéndole un puesto de Primer preparador y Jefe de Talleres del Museo Nacional (11/1/1903) (Archivo Flia. Pozzi).


Aceptación de parte de Santiago Pozzi el 15/1/1903 al ofrecimiento que le hiciera Florentino Ameghino) (Archivo Flia. Pozzi).

Florentino Ameghino, que acababa de asumir como Director del Museo Nacional de Buenos Aires, en reemplazo del fallecido Dr. Carlos Berg, lo convocó a Santiago el 11 de enero de 1903 a trabajar con un salario de 200 p.m.n. (Ver carta que Ameghino le envíara) y éste dos días después aceptó el cargo  (ver carta de aceptación) pasando a desempeñárse  como Primer Preparador y Jefe de Talleres. Ingresó  el 28 de enero de 1903 y retornaba así al establecimiento en el que había trabajado cuando llegó de Italia, permaneció en él por otros 24 años más hasta su retiro definitivo en 1926, cuando se le otorgó la jubilación extraordinaria, durante la dirección del Prof. Martín Doello Jurado.
Así por ejemplo Santiago fue el responsable del montaje del esqueleto fósil de un caballo (Hippidion bonaerensis) y de un tigre diente de sable (Smilodon bonaeriensis) que se exhibieron el Museo Nacional a partir de 1907.
Al fallecer Florentino Ameghino, su protector, en 1911 lo designaron como delegado para integrar una comitiva para el sepelio en representación del Museo Nacional de Historia Natural de Buenos Aires, junto con  el Secretario, Don Agustín Péndola, y los empleados  Don Ángel Radice y Don Pedro Serié.
Según Parodiz y Balech (1992), Santiago era no sólo un duro explorador, excepcional coleccionista y taxidermista, sino también un artista, como muchos italianos de su época apasionado por la música y pianista. Poseía una colección de dibujos y acuarelas de sus viajes, algunos de los cuales están en poder de sus descendientes en la ciudad de La Plata... Se retiró del Museo en 1926 y falleció en la ciudad de La Plata el 27/10/1929, a los 80 años.

Santiago en el Museo de Ciencias Naturales de la Plata (1884-1902)
Al momento de  crearse el Museo de Cs. Naturales de la Plata, Santiago fue llamado por su director, el Perito Francisco Moreno, en 1884 para ocupar el cargo de “Oficial primero” o “preparador” en el que trabajó muchos años y cumplió una labor notable. En el año 1895 residía en una casa en la Sección Ia. de la ciudad de La Plata con su familia *.
Sus tres hijos varones: José, Antonio y Aurelio se convirtieron al igual que su padre en naturalistas. José trabajó con el padre de la arqueología argentina, Juan Bautista Ambrosetti, Antonio ingresó al Museo Nacional de Buenos Aires y Aurelio también.
Varios taxidermistas y osteo-armadores como Santiago Pozzi, Juan Durione, Gabriel Garachico y Ernesto Echavarría, a través de su tarea, tuvieron participación de diferente manera en la consolidación del Museo de Cs. Naturales de La Plata, siendo el testimonio de su tarea el armado de las magníficas e imponentes piezas que conforman la Sala de Osteología Comparada.
Santiago fue quien desarrolló por primera vez la técnica de protección de fósiles aplicando bandas de arpillera y yeso. 
Al principio de su llegada a la Plata Florentino Ameghino vivía en la planta alta de una casa anexa al Museo de Cs. Nat.de la Plata, y Santiago con su familia vivian en la planta baja. El segundo se trasladaría posteriormente a una vivienda propia en la misma ciudad.

Expediciones del Museo de Ciencias Naturales de La Plata en las que participó Santiago Pozzi
Su primera expedición por orden del Perito Francisco Moreno fue a Monte Hermoso en 1888  donde participó junto con el preparador Beaufils y Gabriel Garachico en procura de fósiles. (ver telegrama).

Telegrama del Perito Moreno a Santiago Pozzi para que viajara de urgencia al yacimiento fosílífero de Monte Hermoso, Pcia. de Buenos Aires (7/5/1888).
Entre 1888-89 viaja la provincia de Santa Cruz junto con Clemente Onelli que fue el Jefe de una expedición en procura de restos antropológicos y recolección de muestras de historia natural. En esta expedición fueron reunidos gran cantidad de fósiles, muchos de ellos nuevos; Moreno le dedicó en reconocimiento de sus trabajos, una especie fósil, el edentado, Scelidotherium pozzii.
Al respecto de este viaje , el Perito Moreno (1889) informa al Ministro Gonnet lo siguiente:
Si en el extremo Norte de la República se han realizado tales trabajos para el Museo, en el Sur se han practicado otros de no menor importancia. El 1 de agosto regresaron de su exploración del Río Santa Cruz, los empleados ordinarios Dr. Santiago Pozzi, Dr. Clemente Onelli, Dr. Juan Ivich, y el empleado extraordinario Sr. Francisco Larumbe, conduciendo noventa y cuatro cajones de restos de mamíferos terciaros y otros objetos. Ya el Museo había recibido enviados por esos empleados, veinte cajones de fósiles y antigüedades. Aunque por falta de tiempo y de suficientes elementos de movilidad no pudieron investigar todo el territorio que se les había indicado, lo reunido forma el mayor caudal de restos paleontológicos patagónicos que se hayan descubierto hasta ahora y su valor supera en mucho a lo gastado para obtenerlos. Entre esas piezas, de las que gran número son nuevas para la ciencia, las hay de grandísima importancia. Ninguna de todas ellas figura en colecciones públicas ni particulares. Esas piezas se restauran con gran empeño y tan luego como lo estén dejaré moldes y dibujos a los paleóntologos que han iniciado relaciones con el Museo, divulgando de esa manera las riquezas que a sus costas se han reunido y que revelan una fauna numerosa extinguida; obtendremos en cambio elementos de comparación que nos faltan para conocer las relaciones de las faunas australes perdidas en las boreales. Los expedicionarios han tenido que luchar con serias dificultades para el transporte de tan vasto y delicado material, aumentado éste con una serie iguamente única de antigüedades, varios esqueletos de indígenas antiguos y modernos y una numerosa colección de mamíferos, reptiles, pescados e insectos, y me es grato manifestar a V.S. que han cumplido satisfactoriamente las instrucciones que recibieron al partir a esos territorios poco hospitalarios el 30 de octubre del año pasado.
El diario de viaje llevado por el Dr. Onelli y una serie de vistas fotográficas y al lápiz tomadas por el Sr. Pozzi, lo que será publiacado en breve, da mayor valor a esta expedición, que es la segunda que enviamos a las regiones que recorrí en 1877.
Su tercera  expedición fue a la costa de Chubut (1892-93) llevando a Antonio Pozzi y A. Cremonessi con iguales fines y recolección de fósiles, la cual fue proficua en resultados; halló entre otras cosas un cementerio indígena, piezas de alfarería, puntas de flechas, fósiles marinos y terrestres. Existe un detallado relato de cómo Pozzi, con centro de operaciones en la ciudad de Rawson, debió recurrir a inmigrantes italianos radicados en la zona para poder desplazarse y recolectar muestras (Farro, 2009: 114-119).
En 1896-1897 cuando se suscitó la cuestión de límites con Chile, Santiago y su hijo Antonio de 13 años de edad (en honor a su abuelo Antonio), que lo había acompañado en un viaje anterior y empezaba así su carrera, formaron parte de una de las comisiones organizadas por el Perito Moreno, para el reconocimiento de las regiones en litigio y aprovechó este nuevo viaje a las regiones patagónicas para efectuar otras exploraciones donde recogió material de valor.
Florentino Ameghino le recomendaba a Pedro Scalabrini que tuviera en cuenta para su Museo de Corrientes a Santiago Pozzi, ya que dicho preparador no era objeto de un trato demasiado respetuoso  por parte de Moreno y que quisiera cambiar de institución
Ameghino siguió llevando a cabo las gestiones con el mayor sigilo, ante el peligro que el Perito Moreno se enterara y Santiago se encontrara en la calle sin alternativa. Le hizo la misma oferta y recomendaciones al naturalista alemán radicado en Brasil,  Hermann von Ihering en agosto de 1896, en el contexto de la fundación del nuevo Museo de Sao Paulo. En esta ocasión se acumulaban las alabanzas al técnico (modelador, escultor, dibujante y fotógrafo). Da la impresión que en el marco de su inquina con Moreno, lo que mas le importaba era que perdiera tan valioso colaborador. Textualmente escribe   “….le aseguro que sería para el Museo de  San Paulo (sic)  una gran adquisición y una pérdida irreparable para el Museo de la Plata”. (Casinos, 2012).
Santiago fue además un eximio fotógrafo, no solo en la naturaleza sino que también en el laboratorio.Esto último quedó demostrado  en la publicación de la obra del geólogo y paleontólogo italiano, doctor Cayetano Rovereto “Los estratos araucanos y sus fósiles, Tomo  XXV de los Anales del Museo, 1914 acompañada  por hermosas láminas en fototipia sobre excelentes fotografías hechas en el museo por don Santiago Pozzi, las cuales constituyen una de las mejores series de ilustraciones paleontológicas publicadas en el país.
Santiago logró destacarse en su tarea, a tal punto que no sólo los hermanos Ameghino lo valoraban, sino que el Dr. Moreno  lo presentó a Santiago como su "mano derecha" al Dr. Dardo Rocha (Gobernador provincial entre 1881-1884), en una visita que éste realizó al Museo de Ciencias Naturales de la ciudad de La Plata (Com. personal de la Dra. A. M. Pozzi).
Por motivos que se desconocen, Santiago Pozzi se quedó en el Museo de La Plata y llegó en 1902 al momento de jubilarse, terminó así su carrera en el  Museo de Ciencias Naturales de La Plata, adonde había ingresado probablemente en 1884.
En un cierto momento la familia Pozzi fue propietaria, en La Plata, de un negocio de sombreros para damas adornados con plumas de aves, y también de animales taxidermizados para decoración del interior de los hogares.
Quizás la  valiosa carrera de Santiago Pozzi en ambos museos demuestre, de algún modo, el error de apreciación, injusticia y de apresuramiento en que incurrió Burmeister en 1868 al echarlo de su puesto del Museo Público en 1868.

Antonio Pozzi (1926-??) en el Museo Nacional de Buenos Aires

Nació en Buenos Aires el 11/12/1878, falleció en La Plata 24/7/1957.

Antonio Pozzi en su juventud (Foto Archivo Flia. Pozzi).


Antonio Pozzi, ocho años en el Territorio de Santa Cruz (1898-1906)



En la introducción a un artículo sobre La perdiz de Santa Cruz, Antonio Pozzi, el nieto del primer taxidermista del Museo Público de igual apellido e Hijo de Santiago Pozzi, relata en 1923 en primera persona lo siguiente:

El 11 de diciembre de 1898 desembarqué la primera vez en el puerto de Santa Cruz; fui con la intención de hacer colecciones de historia natural. En los viajes que ya había realizado a la Patagonia con el mismo objeto para el Museo de La  Plata, acompañando a mi padre en los años 1893-94 y 1897, había adquirido la práctica necesaria para desempeñarme en esta clase de asuntos. Transcurridos los primeros meses del año siguiente, abandoné mis ideas a este respecto y dediqué mis actividades en otro sentido, siendo por esto que conocí la mayor parte de aquel territorio y especialmente la zona del valle del río Santa Cruz hasta la mitad de su curso hacia el oeste. Como regresé a Buenos Aires en 1906, tuve durante casi ocho años bastante tiempo para conocer la mayor parte de las especies de la fauna de aquella región…..”.
De este breve relato se podría deducir que Antonio Pozzi estuvo ausente de la ciudad de La Plata entre los años 1898 y 1906 y que en esos 8 años no se dedicó a colectar especimenes de ciencias naturales sino que se dedicó a otras actividades comerciales, quizás la crianza de ovejas. Esta información difiere de otra en la que se manifiesta que Antonio trabajó en el Museo de Cs. Naturales de La Plata como Ayudante de Secretaría  desde I/1898 hasta 1906 con un salario de $ 50.00.
Al cumplir 28 años de edad  Antonio Pozzi habría entrado, al retornar de Santa Cruz, al Museo Nacional como Preparador en 1906.
Antonio junto con su hermano Santiago, que tenía cierta experiencia en arqueología  participaron de tres expediciones organizadas por el Museo Etnográfico Ambrosetti y el Museo Nacional de Ciencias Naturales  al norte de la Pcia. de Río Negro, en cercanías de Viedma y recolectaron un total de 53 cráneos de indígenas de dos cementerios al N. y al S. de la “Laguna del Juncal”, de los cuales 31 tenían la particularidad de presentar deformaciones craneanas intencionales, los que fueron descriptos años mas tarde por Bórmida en 1950 según Cocilovo y Guichón (1994).
El 28 de Julio de 1916 Santiago y su hijo Antonio fueron, entre otros, socios fundadores de la Sociedad Ornitológica del Plata

En Noviembre de 1925, los tres Pozzi trabajaban juntos en el taller, Santiago como Jefe y Antonio como 2o... Jefe, en tanto Aurelio, el más joven como Preparador.
Sus salarios eran respectivamente:
Primer Preparador y Jefe de Talleres, Don Santiago Pozzi: $ 342
Preparador y 2º. Jefe de Talleres, Don Antonio Pozzi: $ 308.75
Preparador, Don Aurelio Pozzi: $ 247.
El segundo incrementaría luego rápidamente su salario de preparador  de $ 247 Julio/1925), a $ 260 (Agosto/1925), a $ 308.75 (Sept. 1925 a Enero 1926);  lo que pone en evidencia que tanto el Director como el Secretario/Habilitado del museo podían crear nuevas categorías en el organigrama y fijar salarios para sus empleados con cierta libertad.
Santiago había comenzado sus trámites de jubilación en Marzo de 1924 y aún en Noviembre de 1925 no le había sido otorgada.
Cuando su padre, Santiago, se retiró definitivamente en 1926 en el Museo Nacional, Antonio, nieto del primer Antonio, entró en su reemplazo como Jefe de la Sección de Taxidermia.
El Dr. Roberto Dabbene, Jefe de Ornitología llegó  a decir  que “los trabajos de Antonio Pozzi (nieto) eran dignos de los mejores museos europeos.”
Parodiz y Balech (1992: 23-24) los conocieron, a ambos y dicen respecto de ellos Antonio como su hermano menor Aurelio, quien también trabajó en el Museo Nacional, eran dos hombres de buena estatura. Ambos eran calvos y rubicundos, pero mientras  Antonio era delgado, Aurelio era corpulento Ambos de voz fuerte, pero el mayor solía darle a su palabra  un tono enérgico, un tanto tajante. Aurelio, seis años menor, era más bullicioso y bonachón.
Antonio  en el Parque Centenario no trabajaba mucho pero, en verdad, después de la instalación del museo en el nuevo edificio, se le llevaba poco trabajo taxidérmico y había poco que hacer. Ambos autores recuerdan las anécdotas de Antonio respecto de cuando había, de niño, conocido los indios patagónicos y había convivido con ellos” (ver mas arriba).
Ambos autores relatan otras anécdotas sobre Antonio y en especial un altercado con el especialista en mamíferos José Yepes, ambos trabajaban en el galpón del jardín, que todavía hoy (2012) existe.
Ellos no recuerdan cuando Antonio se retiró del Museo, pero relatan que estaba cansado de los dos viajes cotidianos entre La Plata y Buenos Aires y, además, para esa época su mujer tuvo serios problemas de salud.
El cargo que dejó Antonio en el Museo al jubilarse fue ocupado interinamente por su hermano Aurelio, hasta que éste fue confirmado en el puesto en 1945 por un Decreto del Presidente Farrell.
Antonio murió al promediar el año 1957, a  los 78 años de edad
.
Aurelio Juan Santiago Pozzi  en el Museo Nacional de Buenos Aires (1895- 1959)
Sobre Aurelio, el hijo menor de Santiago, consultar la nota: “Aurelio J. S. Pozzi: el único científico de la familia”
Notas:
* En los registros del censo Nacional de 1869, un año después del arribo de los Pozzi a la Argentina, la familia figura censada en la Sección policial 3ª.de la ciudad de Buenos Aires del siguiente modo:
Antonio Pozzi, italiano, casado, 40 años, embalsamador (nació en 1829); Adelaida Pozzi, italiana, 49 años, sin profesión, casada, Santiago Pozzi, 17 años, soltero, embalsamador;  Adelina  Pozzi, 17 años, soltera, sin profesión.
** En el segundo censo Nacional de 1895, figura Santiago Pozzi  como residente en  La Plata junto con su familia constituida de la siguiente manera: Santiago Pozzi ( 46 años), Italiano, Empleado Público de Museo, posee una propiedad y está casado (17 años) con Aurelia Antognini (41 años ), Suiza con tres hijos: José Pedro Felis Pozzi ( 5 años) Arg., María Adelaida Amalia Pozzi (10 años), Arg.,  y Aurelio (0 años) (recién nacido), junto con  la suegra de 61 años, Sra. Mariana Antognini, Suiza. Todos sabían leer y escribir.
El padre de Santiago, Antonio Pozzi figura residiendo en otra casa de La Plata, con 66 años, viudo. Había estado casado 36 años.
*** J. J.  Parodiz y Enrique Balech  sufrieron a lo largo de tres décadas del siglo XX los vaivenes  políticos de esos años, cuando  la democracia fue devaluada y aplastada por distintos gobiernos y afectó su desarrollo profesional.
(1) (28/8/1864) (AHMACN No.54)
(2) (12/5/1865) (AHMACN No.81ª)
(3) (28/11/1866) (AHMACN No. 145)
(4)  (21/12/1866) (AHMACN No. 149)
(5) (27/10/1868) (AHMACN No. 207) (Informa los motivos por los cuales ha decidido dimitir de sus cargos de preparador y de cazador al Sr. Antonio Pozzi y a su hijo Santiago que funcionan en ese empleo desde hace tres años); (Sin fecha, quizás, Octubre 1868) (AHMACN No. 208) (Burmeister: Aviso,  donde informa que los empleados del Museo Antonio y Santiago Pozzi son dimitidos de sus cargos).
(6) (6/11/1868) (AHMACN No. 210ª). Burmeister a Antonio Pozzi. En consecuencia de una carta que le enviara Antonio Pozzi le informa que ha tenido una entrevista con el Ministro, quien le dijo que era una falsedad que él (A.P.) hubiera tenido una interlocución con el Ministro con respecto a su dimisión y que por orden del Superior Gobierno ya que no tienen algún “escripto” de su admisión en el Museo no le enviará su dimisión por “escripto” y que el ministro dará una orden escrita al respecto del tema.
(7) (10/12/1868) (AHMACN No. 218).
(8) (22/3/1869) (AHMACN No.226).
(9) Florentino Ameghino trabajó en el Museo de Ciencias Naturales de la Plata entre el 8/7/1886 y  18/1/1888
(10) Desde 8/7/1886 al 18/1/1888 .los salarios del cazador en el presupuesto del Museo correspondiente a 1868, figuran tachados por Burmeister, lo que significa que Santiago dejó de percibir ese salario, no así el salario del preparador, que fue adjudicado al Sr. Luís Fontana.
(11). Burmeister a A. Malaver. Comenta que habiendo sido nombrado por decreto del 23/11/1868 ?? el Sr. Federico Schulz cazador del Museo, éste en un viaje de caza por la Prov. de Entre Ríos tuvo la desgracia de lastimarse el pie y la mano gravemente por lo que no ha podido retornar a Buenos Aires para retomar su empleo, y que para mitad de Octubre no ha retornado a su puesto, a pesar de los reiterados pedidos que le efectuara,  no hace caso. A raíz de ello solicita permiso para poder hacer uso del salario del cazador para comprar libros, hasta que encuentre otra persona competente para ese empleo. (11/1869) (AHMACN No. 245).

Bibliografía

Anónimo, 1935. Don Santiago Pozzi fue el “brazo derecho” del Sr.Florentino Ameghino y del Doctor Francisco P. Moreno. Argentina  Austral: 23-26.
Casinos, Adrià. 2012. Florentino Ameghino. Un evolucionista en el Plata, FHN Univ. Maimónides: 425 pp.
Cocilovo, J. A. y R. A. Guichón. 1994. La deformación craneana “Pseudocircular” en el grupo prehistórico de “Laguna del Juncal”. Antropol. Biolog. 2 (2): 13-27.
Farro, M. 2009. La formación del Museo de La Plata. Coleccionistas, comerciantes, estudiosos y naturalistas viajeros a fines del siglo XIX. Prohistoria, Rosario: 230 pp.
Moreno, F. P. 1889. Museo de la Plata .El último informe de su director. El Sudamericano 2, 31; 20 de octubre de 1889, sección científica, pp.99-100
Onaha, M. E. 2005. Perfil de un naturalista en la Patagonia austral: el caso de Santiago Pozzi. II Jornada de Historia de la Ciencia Argentina. Universidad Nacional de Tres de Febrero. Buenos Aires.
Parodiz, J. J. y E. Balech (1992). El  Museo en pantuflas. Edición mimeografiada: Buenos Aires: 90 pp.
Petriela, D. y S. S. Miatello. Diccionario Biográfico Italo-Argentino,
 http://dante.edu.ar/web/dic/diccionario.pdf
Pozzi, A. 1923. La perdiz de Santa Cruz (Patagonia) Tinamotis ingoufi Aust. El Hornero, vol. III: 180-184.
Sergi,  J. R. 1940. La historia de los italianos en la Argentina. Editora Italo-Argentina, Buenos Aires.

Agradecimientos: A la Dra. Ana María Pozzi por facilitar información y fotos de sus antecesores. A la Dra.Marcela Junín por su apoyo en los aspectos fotográficos.
 

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